La necesidad/mono/impulso/algo

eeeeeeeeeeeeeepa!

Ahora que están emitiendo la obra maestra que es "El retorno del rey" en la televisión me recuerda y satisface la imperante necesidad de ver las películas que me vino el otro día. Esa necesidad nació por la simple razón de jugar a El señor de los anillos: Batallas por la Tierra Media., tiene sentido, pero sigue siendo fascinante. Creo que todos experimentamos este tipo de impulso o necesidad que une varias obras de los videojuegos, cine o literatura. Es como un círculo vicioso, juego al videojuego y me vienen ganas de mirar las películas, miro las películas y me dan ganas de leer el libro o de jugar al videojuego, todo recuerda a todo y nos dan ganas de revivir ciertas experiencias gratificantes que hemos tenido disfrutando de productos parecidos en otras formas de arte. Pero no es nada raro, es simplemente porque se basan en lo mismo, el universo creado por Tolkien, y quien lo disfrute, disfrutará también de la gran cantidad de productos que han surgido de él. 

Hablo de El señor de los anillos como podrían ser gran cantidad de cosas, como por ejemplo las enormes ganas de jugar a los sublimes Left 4 Dead que vienen al ver una película de zombies o infectados (o el piloto de The Walking Dead mismamente). Al ver a nuestros queridos personajes en esa aventura en mitad de un apocalipsis zombie nos vienen ganas de vivir nuestra propia aventura, sea o no como la suya, y nos viene la necesidad de esparcir sesos de zombie por todas partes. La capacidad de revivir esas aventuras es una ventaja que tenemos los gamers, al ser aficionados a una forma de arte tan inmersiva e interactiva. Que siga siendo así, que nos sigan dando ganas de jugar a los Call of Duty al ver Black Hawk derribado o Salvar al soldado Ryan, ganas de jugar al Dead Space al ver Alien y ganas de jugar al Manhunt al ver Sálvame Deluxe.

A ver si podemos seguir disfrutando de esta forma de liberación que nos suponen los videojuegos a veces, que calman nuestra necesidad de vivir aventuras épicas, de conquistar mundos y de hacer cosas que jamás podremos hacer en la vida real.