4 dic 2011

Análisis - Demon's Souls


Hace bien poco os comenté lo que me estaba pareciendo el Demon's Souls superficialmente y sin mojarme mucho. Ahora que lo he rematado ya puedo analizarlo más tranquilamente además de autoproclamarme macho-alfa del blog, por haber superado tal desafío. Esto último no lo digo por mi contundente voz ni mi arrollador carisma, lo digo porque el juego es puto, MUY PUTO:

 El argumento el Demon's Souls es meramente anecdótico. El mundo está lleno de demonios malvados y al morir apareces en el Nexo, donde podrás volver al mundo para cepillarte a esos malvados (y feos) seres y elegir entre salvar el mundo o ganar una enorme cantidad de poder. ¿Personajes? Los hay, pero tampoco nos importan salvo por el servicio que nos prestan. Sí, cada uno tiene su historia pero no nos preocupa lo más mínimo. Incluso las misiones que nos dan a lo largo del juego son escasísimas y al menos yo habría agradecido unas cuantas más, con sus líneas argumentales y su todo. Esto sería algo devastador para cualquier RPG, pero no para Demon's Souls. Casi sin historia, casi sin destino, marchamos. Porque el objetivo de este juego no es encandilar al usuario mediante infinitas e ingeniosas líneas de guión. El objetivo es hacer que el jugador sienta a través de la mera experiencia de juego. Macho, objetivo cumplido.


Demon's Souls es un Action/RPG en el más estricto sentido del término. Un juego de acción con un puñado de elementos típicos de los RPG tales como subir de nivel, estadísticas, objetos, misiones, crafting, etc. Uno de los mayores aciertos del juego consiste en combinar ambas características condenadamente bien. Nuestro nivel y el poder de nuestro personaje es vital, pero también es fundamental que sepamos movernos y atacar con solvencia o moriremos contínuamente. Un buen escudo no nos servirá de nada si no sabemos usarlo, al igual que el mejor arma del juego.

Ahí reside el mayor desafío del juego. Tenemos que movernos bien, esquivar, bloquear ataques, aprovechar la oportunidad perfecta para atacar. Para esto tendremos que conocer cada enemigo y ser capaces de adaptar nuestra estrategia para cada combate, porque casi todos ellos son cruciales. Un error nos puede costar la vida y perder la vida no hace nada de gracia. Esto es así, si morir en la vida real ya es malo, en el Demon's Souls es DEVASTADOR. Pero la dura realidad es que no solo vamos a morir, sino que además lo vamos a hacer cada dos por tres.

¡Qué feo eres cabrón!
Una vez superamos el tutorial (muriendo, genious) aparecemos en el ya mencionado Nexo. Desde ahí podremos acceder a 5 "mundos" bastante diferenciados (todos con sus perradas particulares) que tendremos que superar sin orden específico para terminar el juego. Los "bosses" serán los demonios más difíciles y peligrosos del juego. Al eliminarlos tendremos un nuevo "respawn" donde estaba el boss además de su loot, que consiste en el alma de demonio y algún que otro objeto poderoso. Las almas de demonio las podremos usar para mejorar algunas armas, conseguir hechizos poderosos o consumirlas para tener más almas, que será la moneda de cambio de todo el juego que nos permitirá comprar objetos, equipo y subir de nivel. Las almas no solo las conseguiremos mediante los bosses, sino también con los enemigos comunes (en mucha menor cantidad) y en algunos objetos a lo largo del juego. Cada vez que muramos nuestras almas se quedarán junto a nuestro cadáver y solo las podremos recuperar volviendo a por ellas. Si morimos de camino a nuestras almas, nuestro cadáver (restos de alma) sustituirá al anterior y esas almas se perderán para siempre. Esta es una de las razones por las que morir duele mucho en este juego.

Otra de las razones es que al morir volvemos al último "respawn" y todos los enemigos que hayamos eliminado volverán a la vida por lo que tendremos que matarlos otra vez si queremos recuperar nuestras almas y seguir progresando en el juego. Esto a veces supone una gran frustración porque da la sensación de que es tiempo de nuestra vida tirado a la basura. La coña es que moriremos mucho, porque cometermos fallos, a veces por ignorantes, otras veces por mantas y otras veces por subnormales, de ahí que la experiencia de juego pueda ser frustrante en una buena cantidad de ocasiones. Lo bonito de todo esto es que al ser tan horrible morir por la putada que nos supone, apreciamos la vida de nuestro personaje mucho más y hace que nos metamos mucho más en la experiencia de juego.


Además, al ser el juego tan difícil y estar en tensión casi todo el tiempo, cuando alcanzamos nuestro objetivo o superamos un desafío la satisfacción es brutal. Apreciaremos mucho más esos minutos de paz de los que dispondremos de vez en cuando. Esa sensación de progreso, de que nos hemos quitado una tarea de encima, se acentúa debido a la dificultad innata del juego. Si bien nuestra habilidad en el juego aumenta enormemente a medida que vayamos progresando, también lo hace la calidad de nuestro equipo. Como en todo RPG que se precie, la diferencia que hay entre nuestro personaje a las 5 horas de juego y a las 30 es arrolladora. De ser una mierdecilla con un taparrabos pasamos a ser un jodido tanque aniquilador, y eso mola y mucho.

He de decir que si bien los dos primeros mundos me supusieron un desafío importante y el tercero aún me costó un poco, el cuarto y quinto mundo bien mi por habilidad o por mi nivel, estuvieron tirados. Dado que me pasé los mundos por orden (más o menos), eso dió lugar a que la parte final del juego (o al menos de mi experiencia en el mismo) fuera poco emocionante comparado con el resto. Además de que hay algún demonio (o boss, como prefiráis) que es excesivamente fácil de matar, lo cual le quita mucho jugo al asunto. Y además el final del juego no está a la altura de las circunstancias, o al menos a mí no me lo pareció. El hecho de que la dificultad y la emoción disminuyan a medida que superamos 3/5 del juego, hace que la experiencia sufra un bajón de calidad enorme, puesto que el guión, como ya señalé antes, es estúpido e irrelevante. Lo que sí que nos devolverá parte de la emoción será reempezar el juego en el siguiente nivel de dificultad para conseguir mejor equipo y mejorar nuestro personaje todavía más, al más puro estilo Diablo.

Lo malo de reempezar la aventura (conservando nuestro equipo y nivel) es que si bien los enemigos son más difíciles y nos dan más almas al matarlos, los objetos siguen siendo los mismos, por lo que poco llegaremos a progresar a nivel de equipo por mucho que juguemos. Es cierto que hay armas únicas, pero pocas e insuficientes. Por lo que el juego no motiva lo suficiente al jugador para repasárselo entero y volver a sufrir  lo que ya ha sufrido anteriormente.


(EDITORÁPIDOQUEMEOLVIDÉ) El diseño de los niveles es una de las mayores virtudes del juego. Parece algo simple y lineal, pero con el tiempo nos damos cuenta de que están llenos de pasadizos, atajos y secretos. La exploración es literalmente crucial en nuestra aventura ya que a través de ella conseguiremos algunos de los objetos más importantes que hay. De ahí que este juego haya que pasárselo con un buen par de güebos, los suficientes como para aventurarnos en un camino que puede estar lleno de peligros y no llevarnos a ningún objeto resplandeciente. Así nos podemos ver diciéndonos repetidamente "no debería estar aquí" pero sin poder dejar de avanzar, lo cual es algo genial.

A nivel técnico el juego cumple a secas. Gráficamente no es espectacular pero satisface las necesidades que tiene una aventura de estas características. Los mapas son grandes y no habrá tiempos de carga una vez entremos en un mundo, aunque a veces el juego sufre unas caídas de FPS bastante importantes. La banda sonora es más ambiental que otra cosa, no es un factor relevante en el juego, además necesitamos estar atentos a los sonidos de los posibles peligros que nos rodean.

Debido a lo que he tardado en jugarlo ya casi no queda nadie en el modo online y estoy seguro de que le habría sumado muchos puntos a la experiencia de juego. Hoy por hoy no hay forma de invadir otros mundos y es muy raro encontrar a alguien que se preste a ayudarte o alguien que reclame nuestra ayuda. Así que tened en cuenta de que seguramente mi opinión sobre el juego sería bastante más positiva de haber más gente dándole al modo multiplayer.

Este juego le da las riendas al jugador en un camino lleno de baches. Eso es lo más importante, es un título que confía en nuestra habilidad y nuestro sentido común para que logremos avanzar. El peligro casi constante hará que juguemos en tensión y que la satisfacción al progresar sea bastante grande. La mayoría de los niveles cuentan con un diseño soberbio e inteligente, aunque también los hay sosos y poco estimulantes. Se echa en falta un guión que haga que el jugador se involucre un poco en la historia y un clímax final que nunca llega a existir. Vamos, un buen videojuego que a pesar de sus carencias propone una aventura emocionante y divertida, pero que podría ser muchísimo mejor.


Qué horror de tráiler, la madre que me parió.

Título: Demon's Souls

Desarrolladora: From Software

Distribuidora: Atlus

Idioma: Subtitulado al castellano

Género: Action/RPG

Duración: Unas 35 horas

Piedras: Sí, muchas

Cabreos: Garantizados

Nota: 85/100

2 comentarios:

  1. Pues, como no lo he jugado aún...

    Tío güeno.

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  2. Macho alfa...ya. Dejando de lado yo todavía no me voy a poner con el juego, pero es posible que para este verano el Demon's Souls sea uno de los juegos a los que dedique un poco de tiempo, vamos, de hecho espero que sea así.

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